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Tuve una idea para una serie de fotos. Imágenes de sitios turísticos pero con trampa. Close ups extremos.
Imagina que vas a Nueva York. En lugar de retratar la estatua de la libertad, la antorcha, el rostro, sacas una foto de un trozo de la placa de bronce con el poema de Emma Lazarus. No deja de ser una postal turística de un sitio turístico, solo que desplazada.
Me puse a repasar a Monet. Hace más de cien años hizo algo parecido. Acercando su ojo a los paisajes casi fundó el abstraccionismo.
Si el guiri contara esta historia explicaría fechas, detalles, sin importar si son reales o inventados. Diría por ejemplo que un día de 1883 Claude Monet se fue a vivir en una casa alquilada en Giverny, diría quizás que fue jueves y que hacía sol, que llegó en tren, que el aire tenía perfume de naranjos. Contaría que en 1890 compró la casa, y en el noventa tres otras tierras cercanas.
Si el guiri explicara esta historia diría que el 24 de julio de 1893 algún funcionario sin nombre le concedió a Monet el permiso para desviar el agua del rio Ru hasta su propiedad. Citaría la fecha exacta. Diría a gritos, con la pinta de Ginnes en la mano, que el 24 de julio es el fucking day most importante del arte mundial, que sin esa licencia no habrían nenúfares, estanque, realidad abstracta. Exageraría, como siempre. «Si el puto burócrata no hubiese puesto su firma en ese papel no habría arte moderno, collons»
Si el guiri contara esta historia lo haría seguramente así. Si yo le contara todo esto al guiri, sentados, en voz baja, quizás le gustaría, lo incorporaría a su repertorio, lo ampliaría, lo actuaría un par de veces al mes intercalándolo con sus otros espectáculos, pero no lo veo hace tres semanas. Tenía una reunión con los jefazos de Manchester y no he sabido más de él. No responde al teléfono. Quizás se lo han robado.