62.

Una pareja discute en algún piso de arriba. No estoy seguro dónde. Debe ser en el séptimo. La voz del tipo grita vete a la mierda. Ella responde te vas tú, tú te vas a la mierda. Ruidos. Muebles que se mueven.
Estoy tirado en la cama. Son las tres de la tarde y es sábado. Semidormido. Es como tener puesta la radio.
Más insultos. Más gritos. Un niño pequeño rompe a llorar. Ahora estoy seguro que son los del séptimo. Hemos subido alguna vez juntos en el ascensor. «Hola.» «Qué tal» Sonrisa breve. Mirar hacia abajo. Él joven, delgado. Ella rubia teñida, piernas bonitas. El niño en el coche. Debe tener un año.
No recuerdo haber discutido nunca así. Mis rupturas siempre han sido frías, sin pasión. «¿Lo dejamos?» «Lo dejamos.» Recoger. Marcharse. Dejar las llaves.
- A la mierda, a la puta mierda.
Creo que me he quedado dormido un momento. La discusión ha subido de tono y de volumen. Se escucha al niño dando gritos.
Imagino la escena.
Los dos de pie. Frente a frente. Gesticulando. Una especie de duelo. El niño sentado en el suelo. Mocos. Lagrimones bajando por su cara.
Me levanto de la cama. Salgo de la habitación. Parece que estoy solo. Hace un buen día, debería salir a dar una vuelta. Pongo a hacer café.
Siento por encima mío el ruido de una vasija que se rompe.
- Hijo de puta, que te den por el culo.
Niño chillando.
Portazo.
Pasos apurados que bajan la escalera.